Tapachula,
Chiapas.- Al concluir la reunión binacional México-Guatemala sobre malaria
(paludismo), realizada en esta ciudad fronteriza, ambos países acordaron dar
seguimiento a los casos que se presenten en ambas naciones, con una evaluación
periódica de cada tres meses, así como estandarizar el tratamiento, es decir,
administrar el mismo medicamento.
El gobierno mexicano también se
comprometió a facilitar la lectura de laminillas para su examinación en el
laboratorio de la Jurisdicción Sanitaria, fumigación en áreas endémicas,
reforzamiento de limpieza en arroyos, ríos y manantiales, para evitar la
propagación del mosco transmisor, entre otras acciones.
Entre las actividades realizadas por
parte de esta misión binacional para supervisar las acciones comunitarias en
pro de la erradicación del paludismo en esta frontera, autoridades de la
Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud, el
Ministerio de Salud en Guatemala y las secretaría de Salud de México y del
estado de Chiapas, realizaron una visita al ejido Toluca, donde en el año 2011
se presentaron dos casos y actualmente no hay presencia de la enfermedad.
Como parte del proceso hacia la
eliminación del paludismo en México, las autoridades de salud internacionales,
nacionales y locales dieron fe de la participación activa de las comunidades,
que trabajan conjuntamente con personal de vectores, encargado de realizar
muestreo, pesquisas, eliminación de criaderos, promoción a la salud, toma de
muestras, entre otras acciones.
Prueba de la participación comunitaria
es el caso de la señora Zoila Gutiérrez Solís, habitante del ejido Toluca,
quien ha colaborado con el personal de salud en la toma de muestras de
paludismo, que posteriormente son enviadas al laboratorio para ser evaluadas y
cuyos resultados en lo que va del año han sido negativos.
Los integrantes de la misión
binacional también supervisaron los pabellones impregnados con insecticida que
fueron entregados en las zonas endémicas de la enfermedad; estrategia que ha
favorecido la reducción de casos de paludismo.
Por otro lado, se trasladaron a la
casa roja ubicada en Frontera Talismán, donde existe un módulo de salud en el
que personal del Programa Paludismo toma muestras a toda persona migrante que
presente síntomas como fiebre intensa, seguida de escalofrío y sudoración
excesiva.
Con ello se evita que ingresen a
territorio mexicano con la enfermedad, pues al paciente se le ministra con
oportunidad el medicamento, además que en la Cartilla del Migrante se incluye
el esquema de prevención y control de enfermedades transmitidas por vector para
su seguimiento en donde se encuentre albergado en cualquier parte del estado.
En el recorrido en campo estuvieron el
jefe de la División de Malaria de la OPS/OMS en Washington, Keith Carter; el
director del Programa de Enfermedades Transmitidas por Vectores de la Secretaría
de Salud federal, Juan Ignacio Arredondo Jiménez; el jefe del Programa
Paludismo en México, Héctor Olguín; la coordinadora nacional de Vectores en
Guatemala, Zoraida Morales Monroy; la asesora de Enfermedades Transmisibles de
la OPS en México, Thamara Mancero Bucheli, así como personal de vectores de la
Secretaría de Salud del estado de Chiapas.
Fue así como concluyó la visita que
durante cuatro días realizó la misión binacional México-Guatemala con el
objetivo de desarrollar una agenda de trabajo conjunto entre ambos países para
tratar de combatir el paludismo en la zona fronteriza.