En sesión
solemnte desde la Tribuna del Senado en la casona de Xicoténcatl, el senador
Roberto Albores Gleason destacó que Ernesto de la Peña “fue un gran
democratizador de la cultura, utilizando como instrumento los medios masivos de
comunicación y demostrando que la cultura no puede y no debe ser ajena al común
de los mexicanos”.
Durante el homenaje al escritor Ernesto de la Peña Muñoz en donde
el Senado de la República le otorgó --de manera póstuma-- la Medalla de Honor
Belisario Domínguez, como reconocimiento a su sobresaliente contribución al
enriquecimiento, construcción, análisis y divulgación de la cultura en México, el
presidente de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez enfatizó la
relevancia de la cultura como vía para consolidar un México más libre, justo y
democrático.
Roberto Albores Gleason habló frente a los tres poderes de la
Unión, el presidente Felipe Calderón Hinojosa y los titulares de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza, y de la Cámara de Diputados,
Jesús Murillo Karam, así como el jefe de gobierno electo del Distrito federal,
Miguel Ángel Mancera, el gobernador electo de Chiapas, Manuel Velasco Coello, el
presidente del Congreso del Estado, Noé Castañón Ramírez, funcionarios,
senadores y diputados federales y locales del estado de Chiapas.
“Don Ernesto, el humanista, el escritor, el poeta, el lingüista,
el traductor, el políglota y polígrafo, humilde y sereno --subrayó-- era como
la poesía joven: inconforme, inquieto y efusivo, siempre ávido de nuevos mundos
y de otras vidas”, apuntó Albores.
Además, dijo, era un melómano y difusor de la opera, conocedor de
la música desde el Barroco, pasando por Wagner --su dios-- hasta los tangos que
alguna vez bailó en su juventud.
Finalmente Roberto Albores Gleason subrayó que “en un país ávido
de construir acuerdos para avanzar, existen personajes como el maestro Ernesto
de la Peña que trascienden ideologías, que nos conmueven y nos invitan a actuar
unidos hacia un proyecto común”.
La viuda del escritor, María Luisa Tavernier, recibió del senador
Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la Mesa Directiva, el galardón y el
diploma que acredita al poeta como miembro de la Orden Mexicana de dicha
presea.
Finalmente, al término de la sesión solemne, se develó el
nombre de Ernesto de la Peña Muñoz en el muro de honor de los galardonados y
enseguida, en el patio central de la vieja casona de Xicoténcatl, se montó una
guardia de honor ante la estatua de Belisario Domínguez.