Una gran cantidad de
fieles católicos dejaron todo para realizar largos recorridos, tras celebrarse el aniversario número 481 de la aparición
de la Virgen Morena en el Cerro del Tepeyac.
Por: Medel González Méndez
Pichucalco, Chiapas.
La esperanza de
una generación cada vez más joven, se mostró en caravanas de diversos
municipios que hicieron su recorrido de diferentes partes de la república por
ejemplo México, Veracruz y Tabasco, entre otros, con la única tarea de llevar
la luz del mundo en forma de antorcha a su lugar de origen.
Al
celebrarse el aniversario número 481 de la aparición de la Virgen Morena en el
Cerro del Tepeyac, una gran cantidad de fieles católicos dejaron todo para
realizar largos recorridos, llevando con los pies cansados un mensaje de paz y
perdón en cada paso que los acercaba a su hogar,
Mediante
estos recorridos, los antorchistas agradecieron a la virgen las múltiples
bendiciones que les brinda respondiendo con esta peregrinación para que todos
sepan que son Guadalupanos, conscientes que la Antorcha ilumina y da calor, al
mismo tiempo es símbolo del esfuerzo y del triunfo.
Con Fe
y Devoción, hay que recordar que diez años después de la conquista de México,
el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlatelolco
para oír misa, más cuando llegó al pie del Tepeyac, oyó música que parecía el
gorjeo de miles de pájaros, sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del
cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña, en seguida oyó una dulce
voz que lo llamó, Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la
Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor
celestial.
Su
hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras
escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió, para decirle que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre
del Verdadero Dios, revelándole su deseo
más vehemente de tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa,
mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos
solicitaren su amparo.
Juan,
no tuvo mucha suerte con el Obispo, quien no daba crédito a sus palabras, por lo que le pidió una señal, la cual,
mediante unas rosas de castilla que en ese tiempo no se daban, la Morenita
cumplió el deseo del Obispo, dejando impregnado también, su imagen maravillosamente
pintada con los más hermosos colores en la tilma de Juan Diego.
Como a
Juan Diego, la Virgen Morena aun nos llama con amor, el cual nos ha demostrado
mediante varias apariciones entre las que se encuentran su aparición en el
Cerro el Cacaté en el Municipio de Ixhuatán, hace más de veinte años, aquí,
cuentan que tras su aparición, fue quitada ante la incredulidad de que fuera
real, sin embargo, años más tarde apareció en el mismo lugar con una leyenda
formada con piedritas blancas que decía: “ Aquí Quiero Estar”, la cual fue
encontrada por una caravana de antorchistas que pasaban por el lugar.
Una más
de sus apariciones, es la que miles de feligreses presenciaron hace poco más de
5 años en el Municipio de Chapultenango en la Ribera Guadalupe Victoria, donde
la imagen de la Inmaculada Virgen María de Guadalupe fue encontrada en una
piedra, misma que quisieron quitar del lugar sin poder hacerlo.
Ante
esto, como los ocho millones de personas que se convirtieron al cristianismo
luego de su aparición en el Cerro del Tepeyac, más y más personas debemos
comprometernos a conservar intacta la imagen de la Siempre Virgen para que de
generación en generación, Ella siga dándonos sus bendiciones, al ver el trabajo
que junto con los antorchistas, hagamos en bien de la comunidad y del prójimo,
como siempre ha sido su voluntad y deseo.