Augusto
Solórzano López /ASICh
Como todos los años los fieles devotos de
Nuestra Señora de Guadalupe cada hora que pasa, son más los que llegan a la
Parroquia erigida en su nombre en esta Capital Chiapaneca y los arribos de
“Antorchas Guadalupanas”, son sucesivas.
Desde la última y cuarta advocación Mariana del 12 de diciembre de 1521,
cuando la Virgen María de Guadalupe se le apareció a Juan Diego en el Cerro del
Tepeyac, recibiendo la orden de presentarla ante el primer obispo de México,
Juan de Zumárraga. Esta, es la festividad de millones de mexicanos.
En Tuxtla Gutiérrez, como en muchas partes del país son repetidas las
manifestaciones ante la Virgen María Madre de Dios de Guadalupe, como lo
describe el libro del padre Miguel Sánchez, publicado en 1649.
Los sacerdotes y párroco de la Iglesia de Guadalupe, informan que son
cientos de antorchas y peregrinaciones que están llegando; tan solo este
domingo 9 al mediodía ya habían recibido 340 que se suman a otras del
“docenario” de este 2012.
El pasado 2011, “recibimos mil 200 manifestaciones” informa uno de los
padres encargado de bendecir en plena avenida central a los choferes y carros
que encabezan las antorchas y peregrinaciones. “Este año posiblemente se rebase
las 1,500”.
El Santo Juan Diego Cuauhtlatoatzin a quien en 1990 Juan Pablo II tituló
«el confidente de la dulce Señora del Tepeyac», fue el indígena a quien por
cuatro veces se le apareció la virgen de Guadalupe, también conocidas como
advocaciones Marianas.
En Tuxtla Gutiérrez, la fiesta comenzó el 1º y culmina el 12 de
diciembre renovándose así la tradición mexicana. Aquí los puestos de vendimia
se han colocado cerca de la parroquia en las calle laterales.
Los cohetes, globos, niños, mujeres solteras, familias, empresarios,
taxistas, transportistas, indígenas, gente muy humilde y de todos los estratos
sociales son el constante desfilar para saludar a la Virgen Morena con rasgos
mestizos o participar en las misas.
Campean las aguas frescas, los curtidos, las tortas, puesto de comida y
toda clase de antojitos, para calmar el cansancio, comer o simplemente para
vivir la fiesta anual de Guadalupe.
Esta festividad es el preludio de las fiestas para celebrar el
nacimiento de Jesús, la Navidad y luego la despedida del año y el recibimiento
del Año Nuevo. ASICh